¿Ya ibamos a empezar con llamados de atencion? ¿No podia estar tranquilo? ¿Que el Mizukage, me habia llamado? Ah si ya me acorde, aquel viejo panzon y barbon que todos adoraban, el que usaba ese sombrerito azul con el kanji del agua.. Si el supiera lo que es tener que lamerse las heridad para seguir batallando, lo que es pedir piedad y estar a punto de morir, lo que es gritar a los cuatro vientos, "NO BELPHEGOR, NO NOS MATES". Obviamente el joven Belphegor lo sabia, por que lo habia visto el otras personas, pero el nunca y hasta aun ahora ah tenido que suplicar piedad o andar de puto pidiendo una segunda oportunidad. Eso no era de Shinobis, los Shinobis solo eramos unas maquinas asesinas, una maquinas comandadas por los de los sombreritos, pero a lo mejor, Belphegor cambiaria este curso, pues el no se dejaba manipular y conocia las leyes de la vida.

Ay dios, ahora tenia que ir con el "Mizukage", guarde dos cuchillos entre mis mangas y otros dos en mis bolsillos, mientras los demas lo deje en su fino estuche. Me acomode la tiara y con eso también mu rubio cabello, ahora si a donde el panzon-bigoton. Un par de soldaditos de juguete en la entrada, nisiquiera los iba a voltear a ver, una sonrrisa se formo en mi rostro y un ligero "Ushishishi~" salio de mi boca, claro, esto habia sido en tono de burla, pero por razones de sus ordenes y demas leyes, no podian hacerme daño, claro que también por que no podian. Bentida hipocresia llename de ti.

Pase por largos pasillos y subi algunas escaleras hasta llegar a la oficina del Mizukage, en mi camino hasta acá simplemente ignore a toda persona, a todo para ahí o dentente, eso era para los debiles y yo no lo era; esta gente simplemente al ver que era un miembro de Kirigakure activo dejaron que pasara, aun así uno que otro estupido si me sigui, ganandose un golpe en la quijada, costillas y una que otra palabra hiriente para que se alejara. Ya dentro de la oficina, sin previo aviso, entre ya dentro habia dos personas, un chico de pelo azabache y un niño. Suponia el de pelo azabache era el Mizukage, pero no, no estaba panzon y mucho menos bigoton, así que el no era. Mire al niño, ese tenia el cabello color caqui y vestia raro, es mucho menos iba a ser el Mizukage. Dentro de las bolsas, amarre un gran pedazo de mi hilo invisible, saque el cuchillo y lo lanze hasta donde estaba un pergamino en la mesa, dañandolo y dejando el cuchillo ahí clavado. -A ver, quien de ustedes es el Mizukage- Dije en tono arrogante, por ahora me queria ir, pero quien sabe que tendria el "Mizukage", para mi.

Oh, al parecer cuando lanze el cuchillo, interrumpi un intercambio de papeles, pues el niño sostenia un pergamino, se lo estaba dando al del pelo azabache. ¿Quien sabe que informacion tendria allí? Lo que si sabia es que ya me queria ir. -No debi haber salido.. Ahora, ¿Quien de ustedes dos es el Mizukage?- Dije de nuevo, esperando una respuesta rapida y verdadera.

Un sonido casi celestial salio de la ventana. Los dos seres que estaban ahí se pusieron agresivos, bueno solo uno, el de cabello azabache, tanto que hasta se ponia a decir estupidezes, que si antes no me habian cortado la cabeza y que me indentificara.. -Primero que nada.. el que hizo la pregunta fui yo. Segundo.. si tanto te interesa saber si aun no me cortan la cabeza.. debo responderte que no, estupido. Eso es grandisamente estupido, si lo notas aun la tengo aquí, donde siempre..- Jale el hilo con un poco de fuerza, un rapido movimiento de muñecas que nadie pensaria pasaria. El cuchillo impacto en donde el Azabache habia guardado el pergamino, a lo que le dije.. -Tienes buena suerte, el pergamino que te acaba de dar el niño, te salvo la vida.- Di unos cuantos pasos hacian adelante, sin soltar el hilo, claro, siempre tuve la mano dentro de la chamarra y nisiquiera se podia pensar que habia movido el cuchillo con el hilo. -Oye, cuidado con mi telequinesis.- Le dije, guiñendo el ojo, cuando pase a su lado, para llegar hasta donde estaba el niño del pelo caqui.

-A ver, a ver.. según tu me has dicho que me tranquilize, incluso sabes mi nombre.. pero yo no tengo ni puta idea de quien eres.- Suspire para escuchar lo que seguía hablando el niño ese, no sabia quien era, pero el si sabia quien era yo, esto era muy sospechoso. -¿Sasuke? ¿Mision? ¿Ordenes? Yo no estoy para eso, pequeñito. ¿Aunque.. dime, que me puedes dar a cambio?-Golpe ligeramente la mesa y volvi a preguntar.. -¿Y a todo esto, quien es el Mizukage, aun no me responden?- El niño, solo se sento, busco unos papeles y hablo sobre la mision que nos encomendaba a mi y a Sasuke, hasta estaba pensando que Sasuke era el de pelo azabache y no sabia defenderse. -Hey chiquitin, yo aun no acepto ir a ningun lado.. Dame buenas razones para ir y mas aun, hazme saber que esto no es una orden- Jale uno de los sillones, que estaban por ahí cerca y me sente en el, subiendo los pies arriba del escritorio.. -Vamos habla..-