Un dia aburrido, especialmente para mi, realmente era tonto, mejor dicho era estupido, me habian dicho que me habian asignado un equipo, ¡¡¡un equipo!!! como si no supieran que yo me llevaba mal con casi todo el mundo, porque? porque todos lo unico que sabian hacer era juzgarme, mas aun por mis habilidades, estaba esperando en un salon, en la ultima fila, mirando para cualquier otro lado que no fuera la puerta, realmente era fastidioso pensar que tendria que aguantar a dos personas mas, aunque.....no habia pensado el hecho de que tal vez, y solo tal vez ellas fueran diferentes a las demas, si, deberia darles una oportunidad, pero una pequeña, no queria hacerme muchas ilusiones.


Una pequeña sonrisa aparecio en mis labios, les daria una oportunidad a aquellos chicos, lo haria por mi, no por cualquier otra cosa, -muy bien! esta decidido, no sere Satsuki la mala, le dare una oportunidad tratare de agradarles, al menos por un tiempo- una sonrisa landina aparecio, realmente y por una vez en mucho tiempo tenia una sonrisa sincera en el rostro.

No hacía mucho tiempo que había recibido una carta por parte de la mizukage en la que se me informaba de que pasaba a formar parte de un equipo con varios shinobis de la aldea, cosa que no me agradaba demasiado, ya que siempre había estado solo desde que pasó aquello con mi familia y el haber estado solo me había hecho ser más fuerte.

Hoy era el día que se me había citado para conocer a los miembros de mi equipo y así todos conocernos, no tenía muchas ganas de ir pero si no lo hacía estaría en problemas con la Mizukage y eso ahora mismo no me interesaba mucho la verdad, por lo que a regañadientes y totalmente desganado me dirigí hacia el lugar donde había sido citado, un salón de un edificio de la aldea. No tardé mucho en llegar al lugar totalmente desganado y ajeno de todo lo que pasaba a mi alrededor me adentré en el salón sin siquiera llamar a la puerta, y entonces me encontré con una chica de cabello que parecía estar hablando sola pero a la vez muy feliz, me quedé observándola sin saber muy bien que hacer...

Mi mirada se poso en aquel chico y mi expresion alegre se torno un poco mas seria, el debia ser mi nuevo compañero de equipo, un gran suspiro se escapo de mis labios mientras me puse frente a el con una leve sonrisa -supongo que seras mi compañero- lo mire de arriba abajo, sus ojos negros llamaron mi atencion -me llamo Satsuki- realmente no queria decir mi apellido pero por educacion debia hacerlos -Satsuki Uchiha, pero llamame suki, nadie me llama por mi nombre completo- una leve sonrisa y mi mano estirada hacia la de el era lo unico que podia ofrecer por ahora, habia que ver, si este chico era capaz de ganarse mi confianza.

Nada más entrar pude notar como aquella chica posaba su mirada en mí, yo por instinto no pude evitar mirarla a los ojos, sus ojos eran negros como el azabache y tenían algo que los hacía muy llamativos para mí y que me llamaban mucho la atención, la verdad es que esa chica tenía unos ojos preciosos. Pero lejos de mostrar cualquier sentimiento mi mirada fría se mantenía como era habitual, había pasado por mucho como para cambiar en unos segundos.

Yo soy Arthas... Arthas Uchiha... le respondí al ver que ella se había presentado y que había mencionado su apellido, apellido que me llamó mucho la atención, era el mismo que el mío... entonces me fijé en que ella había estirado su mano para estrecharla conmigo, yo por cortesía realicé el mismo gesto y la estreché.

Una mirada ahora fria y vacia se torno en mis ojos al ver mas halla de el, que vida tan sufrida, un alma un poco oscura y dos fantasmas que lo acompañaban siempre -lindos padres- dije sin pensarlo -se ve que estan orgullosos de ti- mi sonrisa se torno casi de psicopata -sabes? al ser un Uchiha eso te hace diferente a como voy a tratarte con respecto a los demas, yo aunque soy del clan Uchiha, no soy un miembro oficial......es ironico, mi poprio padre me repudio del clan, bueno, eso no me importa, ahora lo que me importa es saber.....porque tus padres murieron, y mas aun, porque sus almas no pueden descansar tranquilas, sino que te persigen?- pregunte con la mirada seria sabia que estaria muy confundido por lo que habia dicho asi que a lo mejor le soltaria la bomba de una vez -y si, puedo ver muertos y todas esas cosas-

La mirada de aquella se transformó, la felicidad y la alegría de sus ojos y rostro se torné en frialdad en apenas décimas de segundo, pero yo me mantenía igual que antes escuchando sus palabras, parecía como si con una simple mirada hubiera podido ver a través de mí y conocer parte de mi pasado, además decía que estaba viendo a mis padres...
Mis padres... no me apetece hablar de eso ahora mismo... si algo los ata aquí yo me encargaré de que puedan marchar en paz ahora dejemos el tema le digo con un tono más serio y frío que al principio y mirándola fijamente a los ojos si pestañear apenas nada, este cruce de miradas parecía eterno y no acabar nunca.

Mis ojos volvieron a tener su brillo abitual y a poseer calor -bueno, como quieras- le dije sin mucho interes, eso sin dejar de lado las miradas de guerra, algo llamo mi atencion -oye, tu si crees que puedo ver fantasmas?- le dije sorprendida -es que, todo el mundo cree que estoy loca, por eso pase toda mi vida en un hospital psiquiatrico, no se. Estoy acostumbrada a que todos me tachen de loca- dije mientras moldeaba algo de mi chakra negro, este tomaba la forma de pequeños fantasmitas que merodeaban por hay -me alegraria pensar que hay alguien que cree en mis habilidades-

De nuevo los ojos de esa chica cambiaron en apenas un pestañeo, pasaron de ser fríos a ser cálidos y su mirada transmitía algo diferente, entonces comenzó a hablar de eso último que había dicho, algo sobre ver a los muertos y me preguntaba varias cosas a la vez que me hablaba de ella.
Comprendo lo que es estar solo, eso lo sé y muy bien, llevo solo desde que era muy pequeño... y si te soy sincero en este mundo me creo cualquier cosa... y más con estos ojos que tenemos... Le respondo a la vez que yo también cambiaba mi tono de voz y mi expresión de cara se volvía más relajada y no era tan fría y distante como antes.