(Espero que les guste aunque quedo un poco amateur xD)

El momento había comenzado. Al parecer el joven pelinaranja conocido como Ichigo, haría su aparición en la academia Ninja después de mucho tiempo sin asomarse por las calles de aquella aldea. Por alguna razón, tal vez por el entrenamiento a manos de su padre en su aldea natal, o otras cosas. Fue capaz de avanzar unas cuantas clases en comparación a los otros chicos de la Academia. Pasaba los días en una casa abandonada que consiguió en los límites de la aldea, bien estaba un poco deteriorada, pero podría usarla para habitar en ella y luego mudarse a otro lugar, o rentarlo, pasaría a tener dinero para optar por alguna de las dos cosas.

Se vistió con su traje habitual, una camisa blanca que llegaba hasta su cintura, la parte baja de un traje de color negro acompañado de un cinturón blanco. Sobre esto otra capa de color blanco ajustada a su cuerpo y por último otra capa color negro con unas equis en su pecho, la cual cubría la totalidad de sus brazos. Como accesorio, unos "guantes que iban desde la mano hasta sus antebrazos y unos protectores en el cuello. Salió de su casa tomando su espada, el único objeto que dejó su padre al morir, la llevaba colgando de su espalda para que los demás no corrieran asustados al momento de verlo caminar por ahí con un arma.

Caminó entre zancadas cortas y largas, cada vez acercándose más a la edificación conocida como "Academia Ninja" siguió y siguió, perdiéndose entre la multitud que le rodeaba, realmente no le importaba estar rodeado de personas, y más aún si no se percataban de que estaba ahí. Desde la muerte de su padre estuvo sumergido en una depresión durante al menos un par de semanas. Sus pasos se hacían tenues a medida que llegaba a la Academia Ninja, una que otra vez escuchó a unos aldeanos gritarle por la ropa que llevaba, no era muy acostumbrado en aquel poblado, ni atención prestaba por lo que continuó como si nada hasta dar con al puerta de la Academia.

Ahí estaba, al frente de la Academia su vida como Ninja real empezaría ese día. Caminó entrando a la edificación. Caminó directo por los pasillos, buscando el aula que le tocaba. 1, 2 las aulas continuaban y no daba con la que le correspondía. Comenzaba a exasperarse por eso, y más aún con el olor a pis que había inundado la academia. - Agh. Estos niños, deben hacerlo en el baño - dijo en reproche el pelinaranja para que escuchasen los alumnos en las aulas circundantes para que el culpable sentara cabeza por lo que había hecho. Continuó su camino aún quejándose por la fetidez que había en el pasillo, comenzó a acelerar su paso hasta que quedó fuera del alcance de aquel aroma desagradable.

Volviendo a lo que lo tenía en aquel lugar, continuó buscando el Aula que le tocaba. 17, 18, ya estaba mucho más cerca que en un inicio. Dio un par de pasos más hasta que llegó a la 19. Abrió la puerta lentamente, observando que no había nadie, comentó algo hastiado. - Caminar hasta aquí y nuestro instructor aún no llega. Más le vale llegar rápido - comentó para los que estuvieran en el Aula aunque no había nadie. Se sentó como si nada en la primera fila de asientos, aún con los ojos cerrados a causa del enojo. Los abrió lentamente hasta que observó una persona frente a una ventana. Trato de componerse nuevamente para disculparse por lo anterior. - Perdón pensé que no habría nadie aún - habló una vez mas para esperar a otra persona pasar por aquella puerta.

Seguía quejándose el pelinaranja por no haber nadie salvo aquel personaje desconocido en la habitación. Permaneció sentado sin mucho que hacer salvo bufar al aire por la demora de sus compañeros, estaba comenzando a molestarse, y más aún por hecho de que aquel repulsivo olor a orina estaba aún en su nariz. "Mejor preguntó si ese será nuestro entrenador" pensó el pelinaranja pero las palabras nunca salieron de su boca. Pasaba el tiempo y silencio aún se hacía presente, tanto era que se escuchaban perfectamente el sonido del reloj a medida que pasaban los segundos. - Tic, tac, tic, tac - decía el pelinaranja lentamente a medida que movía su dedo índice con cada sonido que hacía. Se distraía lentamente por eso, ya casi olvidaba el hecho de que sus compañeros seguían sin aparecer.

Continuó así el pelinaranja hasta que fue interrumpido por el sonido de la puerta al deslizarse. "Genial, llega otro de mis compañeros, debería alegrarme" comentó en su mente algo sarcástico para evitarse un "rival" dentro de su mismo equipo. Se giró para ver quién se trataba, una joven, de cabellos grises. Llevaba una ropa algo deportiva que acentuaba su figura. Algo prominente para ser una estudiante, pero es algo a lo que el pelinaranja poco prestó atención. Se presentó como Elegy, simplemente asintió con su cabeza y comenzó a esperar mientras el otro integrante aparecía. Practicó su silbido mientras esperaba al tercer y último integrante. No pudo evitar tomar evitar tomar a Zangetsu y comenzar a mover su pulgar a lo largo de la hoja de espada, por alguna extraña razón, le recordaba a su padre, por lo que lo hacía con cierta continuidad.

Seguía tallando la hoja de la espada con su pulgar en el momento en el que abrió la puerta. Dejó entrar a un chico con pelos color negro y unos ojos grises, según noté por su playera en la espalda, tenía el símbolo de un clan que era conocido en la aldea como el Uchiha. Los habitantes se veían muy orgullosos por el hecho de tener ese prestigioso clan entre sus filas, pocas cosas importaban para el pelinaranja en ese momento, y aquel personaje no era una de ellas. Al termino de su entrada, simplemente ofreció disculpas por haber tardado en aparecer, "Genial, todos en este equipo no tienen sentido de llegar a tiempo. O puede que yo lo haga por no tener casa" pensaba el pelinaranja mientras seguía en espera de que sucediera algo en la sala ahora que todos estaban en el lugar.

En efecto, la puerta quedó abierta ya que el último no la cerró al entrar "Bien, aparte no tiene modales" habló para si mismo el pelinaranja en reproche. Lo siguiente que supo fue que el personaje estático en la ventana, la abrió para que un ventarrón cerrara la puerta e inmediatamente volviera a cerrar la ventana. Se giró, aún con las manos en la misma posición desde atrás de su espalda. Se presentó como Bishama Yotsuki, "Realmente no tengo idea de que es capaz ese clan" dijo en voz baja para continuar con su presentación. Decía que era la mano derecha del Hokage, simplemente el pelinaranja asintió dejando caer la hoja de su espada sobre su lado por debajo de la mesa. Continuó hablando, contaba que bajo su apariencia, tenía 26 años, lo que podía llamarlo anciano-sensei. El pelinaranja simplemente aceptó y esperó a que terminara de hablar.

Tomó un poco de aire para poder pronunciar las palabras, se presentaría ante todos y no perdería el tiempo para hacerlo. - Mi nombre es Ichigo Kyujurokkei. Miembro del clan Jioungu, es poco conocido en este aldea, provengo de Takigakure, mi padre se mudó a esta aldea para hacer unos negocios. - comentó decidido el pelinaranja - Por cierto - dijo para agregar algo más. - Si van a llamarme por algún apodo, que sea uno interesante, pueden llamarme Icchi o Ichi, como prefieran, aunque si será otro les diré que me avisen. - Dijo para que todos escuchasen, se recostó en el espaldar en espera de la respuesta de sus compañeros. Ya había comenzado a hablar y no quería ser el único aparte del entrenador, al menos no en ese momento. Volteó su vista para observar a sus compañeros y una posible respuesta por parte de ellos.

Escuchó atento a la presentación del resto de sus compañeros. La siguiente, fue la chica que llegó justo después de él. Se presentó como Elegy Shizuma. Seguidamente de eso comenzó con una historia de su vida, contaba que no sabía muy bien donde había nacido pero sí que su clan era el Shouton, rememoré un par de personas de ese clan a medida que viajamos al país del fuego. Me senté escuchando todo lo que tuviera que decir todavía para terminar con su presentación. En efecto, seguidamente de eso comentó de manera hostil lo de los apodos. Simplemente, con el pasó del tiempo nos permitiría llamarla por el diminutivo de su nombre, el cual era Ele. Cualquier genio podría darse cuenta que viene de su nombre, Elegy. Simplemente asentí en espera del próximo en hablar que, según mis observaciones, se trataba del joven de cabellos negros.

En efecto, él fue el siguiente. De pocas palabras, tal y como cuando llegó. Se presentó como Itachi Uchiha, del mismo clan. A lo del apodo, como quisiéramos o simplemente Itachi. Bufó el pelinaranja antes ese comentario, no parecía tener mucho interés en sus compañeros de equipo, pero una cosa era segura, los usaría para poder avanzar de rango ninja y poder tener una mejor vida, algo que no pudo hacer con su padre por culpa de esos ladrones. El pelinaranja sacudió su cabeza para volver a lo que era importante. El entrenamiento en ese entonces. Nuestro entrenador esperó el final de nuestras intervenciones particulares y comenzó a caminar a la puerta. La abrió y nos hizo una señal para que saliéramos.

El pelinaranja fue el primero en levantarse, tomó su espada para llevarla empuñada en su mano derecha. Sería muy incómodo el viaje si todavía puede olerse aquel olor a orina que estaba al momento de llegar a la academia. Olfateó un poco, no notó aquel repugnante olor, en cambio, tenía un agradable aroma floral "Así que me han escuchado" pensó el Pelinaranja para él mismo. El camino continuó los guiaba el que ahora era su entrenador. Los llevó a una zona abierta, en esta no había mayor paisaje que tierra y unos árboles dispersos esporádicamente en toda la extensión del campo. Algo que parecía como un círculo de luchas en el centro del mismo. Si no me fallaba la vista, debía medir unos 3 metros de largo. Nos acercó a este lugar el entrenador y luego continuó caminando alejándose un par de metros más. Al parecer, 5 metros en total.

Comenzó a explicar lo que tendrían que hacer, el pelinaranja escuchaba atentamente lo que tenía que decir su entrenador. Escuchó atentamente a la explicación de la primera técnica. En palabras suyas, se trataba de un Jutsu de Transformación, según palabras suyas, sería la técnica más difícil que nos enseñaría. El pelinaranja cambió su expresión al mismo tiempo que terminó de hablar de la técnica para comenzar a ver como hacerlo. En un abrir y cerrar de ojos, el entrenador juntó sus manos para luego transformarse en una copia del Pelinaranja, dejó una estela de humo que desapareció en un abrir y cerrar de ojos. El pelinaranaja asintió con su cabeza para luego continuar con su intento para dominar aquel jutsu.

El pelinaranja tomó su espada y la alzó en el aire para luego clavarla fuertemente en el suelo. Se sentó de piernas cruzadas no sin antes hablar para su entrenador. - Veamos si lo entendí bien - dijo para el entrenador y comenzó a visualizar la espada a medida que su concentración en el objeto aumentaba. Pasaron los segundos y no pensaba en otra cosa que en el espada. Hizo el mismo sello de manos que su entrenador y habló fuerte para todos en el lugar - Henge no Jutsu - se escuchó por parte del pelinaranja y antes de que alguien pudiera decir algo el joven se había transformado en un replica exacta de su espada, con la diferencia de que esta estaba en el suelo, tirada ahí, podría tomarse como la espada real, el pelinaranja aún en el piso pensó que tenía la técnica dominada. Se vio otra nube de humo y el pelinaranja nuevamente levantándose del piso. - Creo que así está bien, ¿no? - hablo para su entrenador en espera de respuesta.

Mientras esperaba la respuesta pasó inmediatamente a otra técnica. Comenzó a explicar tal cual como hacía en la técnica anterior. Esta vez, se trataba de una llamada Bushin no Jutsu. Comenzó a explicar la finalidad de esta técnica como también sus fundamentos. Explicó, lentamente que consistía en hacer clones los cuales, no eran reales, pero simplemente servían para confundir al enemigo. Para realizarlo, simplemente debía de juntar chakra suficiente en sus manos y realizar la secuencia de sellos. Prestó especial atención para observar lentamente la secuencia de sellos y luego hacerla por sí mismo. Para cuando terminó. Un par de ellos, de esos clones aparecieron a su lado, uno en cada uno. Al momento en el que terminó de explicar golpeó el pecho de ambos para que se esfumasen nuevamente.

- Lo intentaré - dijo nuevamente el pelinaranja. Juntó sus manos en una posición un poco extraña que había enseñado su padre, pero servía para lo que estaba por hacer. Esperó un par de segundos para comenzar con la secuencia de sellos. En un abrir y cerrar de ojos, se vio una nube de humo blanco a los laterales del pelinaranja. Al momento en el que se despejaron, un par de personajes idénticos se asomaron en sus lados. El pelinaranja se puso en su posición nuevamente observando los clones que acababa de crear. Movía su mano y estos hacían lo mismo. Dio un tajo horizontal para ver como los clones hacían lo mismo. Asintió y observo como los clones hacían lo mismo. Tomó su espada con fuerza e hizo otro tajo para cortar a los clones, apenas eran tocados por la hoja, desaparecían.

El pelinaranja volvía a su posición inicial para luego poder prestar nuevamente atención a su entrenador. El seguía parado ahí, como siempre desde que había comenzando este entrenamiento. La siguiente, sería una que, según palabras suyas nos ayudaría mucho en nuestro futuro rango Genin. Simplemente observó a su entrenador mientras explicaba la técnica, servía para ocultarse y para realizarla, bastaba con hacer correr chakra por todo tu cuerpo para poder "desparecer" lentamente. Lo que sucedía, es que el cuerpo se camuflaba perfectamente gracias a que los rayos de sol pasan a través del cuerpo lo que hace que los cuerpo se camufle con lo que tiene detrás. A medida que terminaba de explicar, desaparecía lentamente, causó un poco de exaltación en el pelinaranja pero se calmó al recordar que era una técnica.

Se quedó viendo al lugar en el que su entrenador había estado. Junto sus manos en la misma posición que antes y cerró sus ojos. Su padre le había enseñado eso para ayudar a hacer correr chakra fácilmente por todo su cuerpo. Hacía lo mismo que su entrenador y, como estaba con los ojos cerrados esperaba que la técnica estuviera surtiendo efecto, es decir, que estuviera desapareciendo lentamente en el campo hasta volverse invisible. Estuvo así un par de segundos y soltó sus manos, abriendo sus ojos lentamente. Se giró a sus compañeros para dirigirles la palabra luego de estar durante todo el entrenamiento por su propia cuenta. - Y bien, ¿qué tanto me veo? - preguntó para sus compañeros, realmente no sabía si fue un éxito o no. Simplemente esperaba que haya salido bien y sus compañeros no puedan verle.

No conocía muy bien si faltaban muchas o pocas, simplemente hacía lo necesario para poder aprobar su entrenamiento. Volvió a juntar sus manos para deshacer aquella técnica. El entrenador, se levantó y comentó que era momento de un descanso, para cuando lo dijo. Nos explicó la próxima técnica que entrenaríamos. Consistía en dejar chakra en la suela de tus pies para poder por este como si del suelo se tratase. Observó a su entrenador caminar hasta un árbol y comenzar a caminar por este con suma facilidad. Subió como hasta la mitad y luego dio un salto para caer al suelo nuevamente. Se reacomodó y se perdió dentro de la Academia, "seguro buscará algo para seguir con el entrenamiento" pensó el pelinaranaja en lo que continuaba su paso hacia un árbol cercano.

Estando al frente de este, se acercó y juntó sus manos para juntar chakra nuevamente, con los ojos cerrados los llevo a la planta de sus pies para luego proceder a subir por este. Dio un par de pasos para luego caer. Volvió a repetirlo pero esta vez no pudo caminar un poco más de un paso. Se sentó en el piso para meditar un poco y hacer fluir chakra de una manera fluida por la planta de sus pies. Se levantó nuevamente para hacer otro intento. Comenzó a correr por el tronco del árbol, lo hacía espléndidamente, siguió corriendo hasta que terminó su recorrido en la rama del mismo, esta era gruesa y podría soportarlo por un tiempo prolongado. Se sentó respirando agitadamante, aunque no del todo, estaba algo cansado, sólo eso. El entrenador volvió con lo que parecía ser unas botellas de agua, el pelinaranja saludó desde su posición para dar a conocer su posición - Anciano-sensei - decía en espera de su aprobación o algo parecido.

Seguía en aquella rama, observando como su entrenador volvía con un par de botellas de agua para el resto de su equipo. Se quedó estático mientras recuperaba su aliento para luego continuar con su entrenamiento. Cuando recuperó lo que había perdido hace un tiempo se digo a bajar, tenia la boca algo reseca por el entrenamiento que había hecho. Ya en el suelo, se acercó lentamente hasta su entrenador y tomó su botella, al menos pensó que esa seria su botella ya que se la ofreció apenas dio unos pasos hacia él. La abrió con un único movimiento y luego continuó a tomar de ella, tomando la mitad de esta de un sólo sorbo, realmente estaba cansado por lo que continuó como si nada esperando la respuesta de su entrenador al ver que había dominado las técnicas anteriores.

Terminó de tomar y la tapo dejando la misma sobre el suelo. El entrenador continuó con su entrenamiento, sólo que ahora sería una técnica para salir del Genjutsu conocida como Kai. Comenzó a explicar el funcionamiento de esta técnica como lo venía haciendo desde hace tiempo. Contaba que era muy útil para salir del Genjutsu. Pero antes había que percatarse del mismo y darse cuenta de la posibilidad de caer en este. Asintió mientras observaba al entrenador. Al parecer no mostraría especial atención en esta técnica por lo que simplemente suspiró y se dispuso a practicarla por si mismo, aún cuando no le habían dicho como debería hacerlo, bueno, más bien una demostración práctica.

¿Así que simplemente debo redistribuir mi chakra? Debe ser fácil.- Comentó para él y su entrenador. Se paró con las piernas abiertas a la altura de sus hombros para luego continuar con el entrenamiento de la técnica para así poder dominarla y continuar con su entrenamiento para poder llamado Genin. Juntó sus manos en el sello acostumbrado para comenzar a concentrarse y así intentar la técnica. No sabría muy bien si sería necesario, pero al menos podría dominarla para que su entrenamiento fuera completado. Se concentró en su flujo de chakra cerrando los ojos. Pasaron unos segundos hasta que los abrió de golpe, liberando un estallido de chakra en su cuerpo para poder hacer fluir el chakra por su cuerpo, sólo que esta vez lo podría haber usado para salir de un Genjutsu, tal como había dicho su entrenador.

Ya nuevamente con la posición habitual, es decir, con las piernas rectas y a una distancia propia para recorrer pasos, se podría decir, una relajada posición. En esta, volvió a girar su mirada para ver que es lo próximo que tenía que enseñar su entrenador. Antes de que terminara de girar su vista el pelinaranja notó a su entrenador escupir agua en el hoyo que estaba separando a él y sus compañeros momentos antes. Estaba completamente lleno, sólo que ahora comenzaría a caminar por el agua. Observó lentamente hasta que comenzó a explicar, era simple solamente había que mantener un flujo de chakra en los que permita pararse en esta. Pero, al estar en constante movimiento había que usar la cantidad correcta para tener bajo tus pies una superficie sólida aún cuando se trate de agua.

Asintió y nuevamente se acomodó en la posición anterior, haciendo fluir su chakra a través de sus pies. Caminando lentamente hasta poder llegar al borde del agujero que, ahora estaba lleno de agua. Dio un paso en el agujero para probar si lo estaba haciendo correctamente. El pie se hundió casi al instante, lo retiró e hizo un nuevo intento con el otro pie. Al suceder lo mismo, retiró el pie del lugar. Se concentró un poco más siguiendo el movimiento del agua, al menos mientras tuvo en un intento por caminar en esta. Se acercó lo suficiente para poder estar frente al charco nuevamente. Se adentró nuevamente para ver si había funcionado. Por suerte para él, estaba de pie sobre el agua. Caminó un pasos para ver si estaba completamente seguro de eso y se acercó a su entrenador. - ¿De esta manera? - preguntó para su entrenador a medida que esperaba su próxima indicación.

La siguiente sería una variante del Bushin no Jutsu. Eso pensó al ver como lo dijo antes de comenzara con la explicación. Continuó, ahora la técnica era Kage Bushin. Con esta se pueden hacer clones reales, capaces de atacar e incluso hacer sellos. Asintió para él. Antes de sorprenderse por como le había golpeado el hombro desde la parte de atrás. Vio el sello de manos antes de poder girar y observar a su entrenador, o a su clon, había una seria duda acerca de aquello. Simplemente se quedó viendo si sería o no el real. Simplemente escuchó cuando le contaba que son idénticos al original, eran capaces de usar técnicas incluso. Pero tenían la seria desventaja de que eran fáciles de vencer, al menos si se golpeaba a quién realizaba el jutsu o si se golpeaba a uno de los clones.

El joven pelinaranja asintió y juntó sus manos en el mismo sello que hizo su entrenador para formar un nuevo clon, sólo que este real. Se apareció en una nube de humo otro clon exactamente igual al pelinaranja. Repetía sus movimientos y chocó su mano con la de él para comprobar que esteba en lo cierto al uso de la técnica. Tomó su espada mientras que el clon tomaba la suya y chocaron la hoja un par de veces, lo que hacía saltar algunas chispas al contacto. Pasados unos sablazos entre ellos el pelinaranja dio un fuerte tajo descendente para desaparecer al clon que había hecho aparecer justo en ese momento. Se acomodó nuevamente para continuar con su entrenamiento, quería terminar rápido, por lo que haría de eso lo más rápido posible.

No sabía muy bien si faltaba mucho o poco. Simplemente prestó atención a lo que tenía que decir su entrenador, con respecto a su técnica. Comentaba el uso constante de esa técnica. Serviría para escapar si eso fuera necesario, se trataba del Kawarami. Comenzó a explicar las bases de la técnica. Una vez terminó, hizo que su clon lo atacara y aparecer de repente a su costado dando una dura patada que lo hizo desaparecer, en el lugar donde había estado, una roca, de tamaño medio. Observó muy bien lo que tenía que comentarle su entrenador acerca de la técnica. Al terminar, parecía esperar el turno del pelinaranja para practicar la técnica. No sabía muy bien si se trataba de la última o si faltaba alguna, simplemente lo haría para terminar rápidamente el entrenamiento y así poder comenzar a entrenar para subir de rango.

Nuevamente, el pelinaranja creó un clon de sí mismo para practicar la técnica. En el momento en que el clon apareció, comenzó a batallar contra el pelinaranja, una buena demostración de uso de la espada se hizo presente, sólo que el pelinarnaja salió perjudicado esta vez. Recibió un gran tajo que cubría todo su pecho, para cuando pudo hacer algo, ya estaba en el piso. En un abrir y cerrar de ojos el ninja despareció en una roca de tamaño medio. Para cuando volvió a aparecer, el clon tenía un tajo que cruzaba desde su espalda a la cadera, desapareciendo al instante. Se acomodó nuevamente. Parado calmadamente a una nueva indicación de su entrenador par continuar con el entrenamiento. Se le estaba haciendo realmente fácil dominar aquellas técnicas, suponía que era por lo que había hecho su padre antes.

Seguía en la misma posición en la que había acabado con aquel clon. El sudor por el esfuerzo comenzó a hacerse presente en diferentes secciones de su frente, sacudió su cabeza para que estas golpearan el suelo para despejar las mismas. Apenas giró a ver a su entrenador, el mismo asintió en señal de aprobación con el movimiento de la espada hecho al clon. Se acomdó nuevamente para quedar en una posición mas apta, erguido sobre sus hombros y son su espada en la mano derecha. Comenzó a escuchar a su entrenador mientras este le hablaba, comentó lo que le costaba a algunos estudiantes dominar estas técnicas y que eso le había dado fama, al menos el dominarlas en tan poco tiempo. Simplemente asintió y quedó expectante ante el resto.

Asintió inexpresivo al momento en el que anunció que se había convertido en Genin. Eso es lo que buscaba ya desde un inicio y ahora que lo había conseguido, sólo le faltaba subir de rango hasta llegar a lo más alto para cumplir su sueño. Suspiró al escuchar que visitaría a su Kage, no lo había conocido antes y tampoco es que prestara especial atención en él. Pero al parecer tenía que hacerlo, bufó un momento de manera imperceptible y se volvió a su entrenador. Según palabras suya iríamos caminando. El joven asintió y comenzó a caminar lentamente con su entrenador hasta perderse en los pasillos de la academia, dejando atrás a sus compañeros que no pudiera superar el entrenamiento. Volvió con su vista a observar su camino y continuar.

Sus pasos se hacían tenues a medida que avanzaba por la nieve en las calles de la aldea, realmente se hacia algo molesto el caminar sobre esta sin ningún tipo de calzado adecuado. Bufó por eso, en cambio, aprovechó que la calle estaba siendo despejada de la nieve para caminar por la calle en limpio, así sus pasos no menguarían a causa de la nieve. Continuó su camino en dirección al edificio del líder de su aldea y comenzó distraerse al pensar en la forma de ser de su Kage, realmente no prestó especial atención, bajó su mirada y continuó caminando como si nada hasta que quedó a unos cuantos metros al frente de la edificación. Suspiró y continuó con su camino hasta llegar a la puerta, no haría nada al menos que su entrenador le diera pie para hacerlo.