1 The Hunger - Encuentro Vie Oct 19, 2012 11:07 am
Soelium
Genin
Que calor hace aquí ¡Por kami! – Llevaba un pequeño abanico consigo, moviéndolo frenéticamente hacia ambos lados, enfrente de su rostro, necesitaba aire, sentía que moriría de deshidratación - ¡Como es que la gente vive aquí! – De momento se quedó quieta, pensando... ¿Pero en qué? ¿Qué era lo que pasaba por su mente? Al segundo tiro el abanico hacia atrás, dándole a un niño en el ojo - ¡Pero si vivo en un desierto! – El llano del pequeño provoco que la kunoichi se girase y viera lo que su despiste había provocado o mejor dicho ¡Lo que le había provocado a la madre! - ¡ABANDONEN LA NAVE! – Grito cual capitán en su barco, salió corriendo de allí mientras una madre enfurecida la seguía con una escoba en sus manos, amagando con romperla en su cabeza y el resto, en el cuerpo - ¡Piernas para que las quiero! – Mantenía los brazos extendidos mientras corría, llegando cerca de la academia ninja y ocultándose entre las instalaciones para que esa extraña y demente mujer la encontrase – Pffff – Acaricio la frente con su antebrazo - ¡Eso estuvo endemoniadamente cerca!- Golpeo ambas manos y comenzó a curiosear el establecimiento de jóvenes shinobis, jamás había salido de la aldea, por lo que era divertido en parte tener una idea de cómo se enseñaban en otros lados ¿Quién sabia? ¡Podría hasta gustarle estar en Kumogakure! – Kumo...Kumo..Kumogakure – Por alguna extraña razón, ese nombre le decía que pasaba algo en ella o había alguien a quien conocía demasiado - ¿Quién será? – Se encogió de hombros para proseguir tranquilamente con si secreta inspección.
Lay: Recuérdame porque estamos aquí – Escupió con desprecio – No me agrada en lo más mínimo, deberías estar cuidando de la aldea – Podía notarse que se encontraba algo inquieta y molesta por el hecho de donde se hallaban.
¡Alianza! – Grito sin desearlo ¿En verdad? Lo dudo…en fin, a lo que iba – Suna necesita una nueva alianza – Colocándose de cuclillas quedo cerca de Lay para susurrarle – Es mejor de esta forma, de veras – Aun seguía sin comprender del todo porque se encontraba en ese estado su compañera, no era normal, ¡De algo se perdía! Pero no sabía que, buscaba y buscaba en su mente pero venga ya ¿Ella, pensando? No era su estilo ¡A todo por la marcha! Una especie de lema que comenzaba a usar últimamente – Oee ¿Y si vamos a comer algo? ¡Muero de hambre! – golpeo varias veces su vientre antes de salir del establecimiento en busca de un buen restaurante, un pequeño colgante adornaba su cuello en forma de flor, pero este se encontraba oculto debajo de su protector, el cual, por extraño que pareciera, traía con ella, rodeando su cuello. Terminaba perdiéndose con las indicaciones que los aldeanos le daban, al preguntar sobre la ubicación de algún restaurante que se encuentre por la zona ¡Era imposible! ¿Cómo podía perderse en esa montañita? ¡Ni aldea parecía! Valga Kami-sama, todo ese jaleo la estaban mareando y necesitaba descansar, encontró una pequeña sobre en la cual se recostó para relajarse un poco. Lay, quien a duras penas podía soportar permanecer allí por lo sucedido en Suna, se recostó al lado de la muchacha, mirando impaciente a todos lados en busca de él, para alejarlo y buscar la forma que durante su estadía en Kumo, fuera invisible el uno, para el otro.
Lay: Recuérdame porque estamos aquí – Escupió con desprecio – No me agrada en lo más mínimo, deberías estar cuidando de la aldea – Podía notarse que se encontraba algo inquieta y molesta por el hecho de donde se hallaban.
¡Alianza! – Grito sin desearlo ¿En verdad? Lo dudo…en fin, a lo que iba – Suna necesita una nueva alianza – Colocándose de cuclillas quedo cerca de Lay para susurrarle – Es mejor de esta forma, de veras – Aun seguía sin comprender del todo porque se encontraba en ese estado su compañera, no era normal, ¡De algo se perdía! Pero no sabía que, buscaba y buscaba en su mente pero venga ya ¿Ella, pensando? No era su estilo ¡A todo por la marcha! Una especie de lema que comenzaba a usar últimamente – Oee ¿Y si vamos a comer algo? ¡Muero de hambre! – golpeo varias veces su vientre antes de salir del establecimiento en busca de un buen restaurante, un pequeño colgante adornaba su cuello en forma de flor, pero este se encontraba oculto debajo de su protector, el cual, por extraño que pareciera, traía con ella, rodeando su cuello. Terminaba perdiéndose con las indicaciones que los aldeanos le daban, al preguntar sobre la ubicación de algún restaurante que se encuentre por la zona ¡Era imposible! ¿Cómo podía perderse en esa montañita? ¡Ni aldea parecía! Valga Kami-sama, todo ese jaleo la estaban mareando y necesitaba descansar, encontró una pequeña sobre en la cual se recostó para relajarse un poco. Lay, quien a duras penas podía soportar permanecer allí por lo sucedido en Suna, se recostó al lado de la muchacha, mirando impaciente a todos lados en busca de él, para alejarlo y buscar la forma que durante su estadía en Kumo, fuera invisible el uno, para el otro.