Por fin había llegado el momento que tanto había esperado, sus anteriores misiones, la tensión de tantos entrenamientos, tanto estudio y mas aun siendo tan concienzudo en absolutamente todo, seria lo que habría llamado realmente la atención de sus superiores al haberle confiado por sin su primera misión de rango C, algo que tanto tiempo esperaba y le emocionaba, pero aun así poco a poco iba aprendiendo desde que comenzó a dedicarse a esto y sus emociones no se mostraban del todo como en un inicio y eso se podía resumir claramente en una sola cosa, estaba madurando. Eso era algo completamente natural en el ser humano, pero en su caso no lo hacia solo como persona, sino también como ninja, como el profesional que era y debía ser, pues el sabia que le esperaba un hermoso porvenir que agarraría con fuerza y no lo dejaría escapar por nada en este mundo.

Nuevamente todo comenzaba al reunirse con su sensei Hinata Hyuga, que era una gran maestra y no solo eso si no una hermosa persona que siempre le animaba y apoyaba a superarse sin importar el que pasara. Así que nuevamente le informo sobre su misión, pero esta vez en su rostro se mostraba esa felicidad clásica de la joven, pero a su vez una cierta añoranza, por ver lo rápido que mejoraba y que acabaría dejando el grupo al que pertenecía, para seguir creciendo sin parar. Todo pudiéndose ver de forma ficticia o a modo de refrán como una planta que se abría paso en el mundo que era su maceta, pero pronto este se volvería pequeño conociendo así a la fuerza el mundo que hay allí fuera, esperando por él.

Esta vez su misión era claramente mas difícil, pero eso lo volvía claramente mas interesante, pues tenia como objetivo recuperar unos documentos alto secreto que habían robado a un famoso, rico y por lo tanto cabe decir poderoso señor feudal de la villa. Al parecer alguien había entrado a hurtadillas en sus dominios y había puesto patas arriba su oficina central, principalmente su despacho. Aunque eso daba un claro indicio a que debía ser alguien de fuera, pero la información recogida por otros miembros de la niebla daban a entender que el autentico culpable debía estar en las tierras propias de la victima y mas concretamente en su indudable mansión. Todo esto hacia pensar que si era realmente cierto, los documentos aun estarían cerca y serian fáciles de localizar.

El camino hacia la mansión si fue algo largo mas de lo esperado, pero a buen ritmo y con los descansos mínimos y siempre en guardia igualmente llego al final de un par de días a vislumbrar en el horizonte su objetivo la mansión Mitsumoto, del noble que había solicitado sus servicios para solucionar el problema que tantos quebraderos de cabeza le estaría provocando semejante situación y a los que seguramente no estaría tan acostumbrado desde su cómoda y rica posición.

La acogida en el lugar fue muy sorprendente para Slyzt, pues fue recibido como un rey, con sirvientes rindiéndose a sus pies, le ofrecieron baños, manjares, e incluso mujeres, pero aun así pese a ser una situación con la que mas de uno soñaría y desearía vivir por un tiempo por escaso que pudiera ser con las comodidades que realmente le ofrecían. En genin no era como los demás, salía de lo que podía ser considerado normalidad, pues sin dudarlo lo rechazo ya que su mente solo estaba ocupada en cumplir la misión y no para dar rienda suelta a sus deseos terrenales.

Por su parte el cabeza de la noble familia Mitsumoto le enseño lugar del crimen y viendo una sala dominada por el caos comenzó a analizar el lugar, pero no tardo mucho en cuestionarse una serie de cosas muy comunes ¿Entre todo ese caos donde estaría guardado esos documentos anteriormente? Una respuesta que daba a ver que era un cajón cerrado con llave de su escritorio, siendo ese un lugar más que claro y obvio para guardar algo de valor. Tras esta información debía analizarse bien la sala para ver que habían registrado hasta las estanterías llenas de libro, como si el ladrón hubiera estado buscando un pasillo oculto como en las películas, pero para Slyzt dejaba ver la prueba que necesitaba para corroborar que la información que le habían dado sobre un sospechoso dentro del núcleo familiar por cada segundo que pasaba en el lugar del crimen.

Con todo ello comenzó a interrogar a la gente, tanto personal como miembros de la familia y no tardo mucho en darse cuenta de que era la envidia lo que reinaba en ese acogedor hogar, por lo cual iba a ser la causa principal, pero esta no provenía de un familiar cercano sino la culpa era del mayordomo que sentía envidia de los lujos en los que vivía esa familia y él estaba condenado a corregir sus errores y limpiar su porquería, mientras ellos vivían en su mayoría dispuestos al ocio. Este lo confeso todo ante un poco de presión del joven ninja y sin dudarlo entrego los documentos ocultos en el futón de tu cuarto que iba a vender para así tener una vida mejor en la aldea de la hoja.

Una vez devuelto el importantísimo documento que le decía la misión tocaba armarse de víveres para dos, pues debía llevar al ladrón ante las autoridades y ser ahí juzgado y sentenciado por sus acciones. El camino la verdad fue mas largo teniendo que cargar bajo su responsabilidad con ese hombre aunque comenzaba con llantos y suplicas inútiles, al final comprendió que no había modo de escapar y aceptaba su destino, para así entregarle al día siguiente a las pertinentes autoridades y completar así su misión.