Se corría el mitológico rumor de un poder lo suficientemente fuera de lo normal, como para entregarte la inmortalidad, a cambio de muy pocas cosas, entre ellas un cambio de cuerpo cada 3 años, este debía de ser un contener que pudiera contener el alma de la persona, puesto a que no todos tenían la capacidad requerida para soportarla, lo que llevaba al propio usuario a buscar un nuevo cuerpo y soportar esos 3 largos años dentro de una vasija vacía que podría terminar desmoronándose antes de tiempo. Era como la técnica del clan Akasuna, convertirte en marioneta, pero el corazón seguía siendo humano y esa, era la debilidad más grande de la humanidad, sería fácil de derrotar si se buscaba el corazón como objetivo principal de todo ataque. Pero también tenía cierto lado positivo, ya que solo se centraría en él y no en lo que el usuario hiciera, dándole cierta ventaja en la pelea. A veces, algunas decisiones no tenían vuelta atrás, no con esa técnica peculiar, era esa razón la que lo había impulsado a buscar una segunda opción que, en cierta forma, fuera una reversa a su decisión, esta podría darle de nuevo un cuerpo físico, la posibilidad de sentir el calor en su cuerpo, las lágrimas sobre sus mejillas, una sonrisa, un abrazo. Mitos, una gran creación humana y llena de desesperanzas, esta era una de ellas, se oía hablar de él, pero hasta ahora, casi nadie había logrado obtener dicha posibilidad de volver a un cuerpo físico al menos, si lograba utilizar dicho cambio de alma, así lo haría, si no…nadie sabría lo que terminaría pasando en un momento como eso, si el alma regresaría al cuerpo o quedaría en la nada misma, ese era su mayor tiempo, no lograr utilizar el jutsu como correspondía y perder completamente todo, en un intento desesperado por volver el tiempo atrás con cierta distorsión.
Solo esperaba tomar la decisión correcta antes de cometer el peor error de su vida y de la historia shinobi. La primer parada, en cuanto a una estancia de conocimiento, era una de las viejas y abandonas librería de la aldea, a ella, solo tenían accesos shinobis de alto rango y en lo posible, cercano al propio Raikage, allí se hallaba el, como su mano derecha tenía más que acceso completo, hasta las partes prohibidas, que es donde, por lo menos desde su parte, supuso que estarían los pergaminos que revelasen algo de dicha técnica. De pergamino a pergamino, el día había comenzado a caer y Daisuke seguía sin encontrar algo que le mostrara la forma más segura de poder realizar el jutsu, ni siquiera, pudo encontrar el nombre entre los registros. El lugar era un completo caos, había hojas, papeles, archivos y demás por el suelo, paredes, sobre las mesillas, la biblioteca era un completo caos y no por nada, era de las “abandonadas” cuya localización solo conocían un grupo de ninja. Buscar allí era como el famoso dicho de “Buscar una aguja en un pajal” casi imposible mas no lo era, tal vez debería de pasar la noche en vela para seguir en su búsqueda, si no estaba allí, entonces debería de tomar sus armas, bolso y salir de la aldea por una temporada, hasta encontrar algo relacionado a la transferencia de alma.
Finalmente, un extraño pergamino casi destruido, callo desde arriba de uno de los estantes más altos del sitio, cayendo sorpresivamente a la cabeza de Dai. Lo tomo entre sus manos y soplo levemente sobre el mismo, quitando de esa manera, el exceso de polvo en este, antes de abrirlo y observar su contenido, en el dorso, el lugar donde se hallaba un hilillo dorado apenas distinguible debido a la tierra, cubría un símbolo desconocido para él y era el primero que encontraba así, en toda la biblioteca. La hoja estaba muy pero muy maltratada, apenas se lograba ver o que decía, no tuvo más opción que acercarlo peligrosamente a la vela que llevaba consigo, para intentar descifrar cada palabra.
Pasada una hora, finalmente había conseguido entender la mitad del pergamino, pero estas solo eran habladurías sobre la historia y su origen, de lo que se debía de tener en cuenta y lo que no, en pocas palabras, una completa pérdida de tiempo. Ahora, el resto…eso era lo que él estaba buscando desde tempranas horas, el funcionamiento, los riesgos y las ventajas de esta peligrosa técnica, la transferencia, la recolección y las condiciones del contenedor, seguido de otros.
Paso el resto de la noche leyendo y re leyendo el pergamino que se hallaba en sus manos, los riesgos eran mayores que las ventajas, si se los contaba como “equilibrado” pero en cuanto a poder, estas no tenían las de perder. Uno de los únicos problemas y bastante importantes, eran la forma de conseguir el cuerpo y el cómo saber, si este era apto para la transferencia, el tiempo que tardaría en recuperar y la movilidad del mismo. Eso no era algo que explicara detalladamente, en especial en cuanto a una posible pérdida de habilidad o la suma extra de estas mismas, por parte de la vasija.Todo aquello era complicado y peligroso, pero si de verdad quería asegurarse de tener una segunda opción debía de prepararlo y asegurarse de tener las mayores posibilidades de éxito...

Spoiler: