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Fiesta en Casa del Señor Feudal [Misión C] Jue Sep 06, 2012 2:37 pm
Elegy Shizuma
Jounin
MensajesAquel friolento pero interesante día, una nueva misión se me había encargado y sin problema alguno decidí aceptarla, ya que esta podria llegar a traer algun riesgo que otro. La misión consistía en nada mas ni nada menos que proteger a el señor feudal, en una de las famosas fiestas que solía llevar a cavo en su mancion, asique rápidamente fui hasta el templo, donde habia pintado hace algunos dias, ayudando con eso a algunos obreros en una misión de menor rango. Según un comentario que habia escuchado, finalmente se harian los festivales que tanto habian esperado para hacer. Al terminar llegando a aquel lugar, fui dirijida por una especie de "guardaespaldas" por asi decirlo, justo en la entrada de aquel Templo, estos me dijieron que me tenia que situar en la entrada de la habitacion donde se encontraba ahora el señor Feudal, junto con su esposa e hijos. Al llegar, como ya era de noche me sente a esperar y tratar de no dormirme, pero en fin gracias a los ronquidos que se escuchaban, no pegue el ojo en toda la noche. Sin mas... al dia siguiente, el algo dormida, di pequeño salto para levantarme, al notar como un hombre con Bata, y con pantuflas, salia de la habitacion. Raramente este me miro y hablo ¿Que haces aquí? pregunto, Al parecer era el Señor Feudal, o al menos eso pensaba. Soy Elegy señor, Chunin de konoha y estoy aquí para servirle de guardaespaldas. Respondí, justo al ponerme firme frente a el, notando como el señor Feudal se reia, y a la vez se irritaba No puedo creer que el inutil de Hokage no pueda enviarme algo mejor. Hablo de nuevo, pues por sus palabras no parecia estar muy contento con mi presencia en el lugar. Bueno que mas da, oye tu, me señalaba. Hoy es el dia de la fiesta, así que quédate pendiente de todo lo que necesite. Luego de esto el señor feudal se retiro para buscar su ropa. Sin mas, algo nerviosa por la mala actitud que tuvo el señor feudal para con migo, me senté de nuevo, sin perderle de vista, debido a que según las especificaciones que me habían dado no podía hacerlo. Me senté, intentado descansar un poco. Una vez comience la fiesta esto va a ser difícil, pensé al momento de hacerlo, pues ya había pasado una noche entera sin dormir.
Decidí aprovechar y dormir unos minutos mientras el Señor feudal se bañaba y preparaba para la fiesta. Eran al rededor de las diez de la mañana, y debido tal vez porque no había podido dormir en toda la noche, y ni aunque hubiera podido pues debía estar pendiente de lo que pudiera suceder. Al rededor de 15 minutos fue el único tiempo que pude descansar. Después de eso el señor feudal salio del baño y con una toalla atada a su cintura entro de nuevo a la habitación. Me esperaba un largo día así que aproveche el momento para ir al baño del que el había salido y mojar un poco mi cabello y arreglarme un poco, no solo la ropa sino también los lentes y demás. Si debería recorrer la gran casa del Señor feudal en su compañía no podía hacerlo estando mal arreglada ni mucho menos. Intente hacerlo lo mas rápido que pude, afortunadamente había traído con migo, en mi pequeña mochila que siempre me acompañaba, algo de maquillaje que me ayudo a estar mejor presentable. Una vez salí de allí, me senté de nuevo en la silla y espere a que el señor feudal del país del viento saliera de ali para acompañarlo en todo momento hasta el anochecer, hora en la que seria la fiesta que hoy se iba a realizar. A los pocos minutos de sentarme y observar a los meseros y camareras pasar y preparar todo lo necesario, el señor feudal salio de allí, ya vestido adecuadamente, así que me pidió que lo siguiera. Es un hombre de grandes proporciones con un cuerpo robusto y prominentes mejillas, tiene ojos orientales, unos bigotes finos que van para arriba y una pequeña y fina barba.
![Fiesta en Casa del Señor Feudal [Misión C] Daimyo_del_Pais_del_Fuego](https://2img.net/h/images3.wikia.nocookie.net/__cb20101023165816/naruto/es/images/7/79/Daimyo_del_Pais_del_Fuego.png)
De un lado para el otro, así estuve todo este día pues de una reunión a otra estuve siguiendo al señor feudal por un largo tiempo. Era un hombre muy ocupado y por lo que pude ver era demasiado influyente pues no había persona que no había visto que no lo llamara con respeto e incluso sus amigos, o los que parecían serlo por la forma en que le hablaban parecían tenerle miedo, o no a su persona sino a su influencia. Después de todo, era el dueño de todo el país del fuego. Una vez dieron las doce del medio día, llego al comedor de su casa en el que únicamente estaban sentadas dos personas mas. Su esposa, una mujer robusta y de cabello rojizo y un niño, también algo subido de peso de cabello negro, igual a su padre pero con muchos rasgos físicos de su madre. La mesa sobre la que estaban tenia espacio par mas de dieciocho personas y la forma en la que estaban sentados les daba insulso poco espacio para hablar entre ellos. Me dieron tiempo a mi para almorzar también, pero atrás, en la cocina lugar en donde también almorzaban todos los empleados de la gigantesca casa. Este lugar era todo lo contrario, había una mesa tal vez a la mitad del tamaño en la que había en el comedor principal y habían alrededor de unas cuarenta y cinco personas ubicadas allí, no solo acomodadas con cómodas sillas sino con algunos canastos que habían en el lugar. La cocinera, muy amablemente me sirvió un plato grande de comida y me ubico en uno de los lugares. Las personas riendo y disfrutando de la comida en un pequeño descanso después de un dia cansado me alegro un poco el animo. Después de terminar, pues debía hacerlo antes de que lo hiciera el Señor feudal y su familia, me dirigí de nuevo al comedor principal de la casa y me quede allí de pie, esperando a que el señor feudal terminara para continuar con mi misión. Tuve que esperar un largo tiempo, pues pasaran alrededor de treinta minutos. Me asombro la cantidad de comida que sirvieron solo para tres personas pero no mas de el echo de que toda esta fue devorada por completo. Una vez se puso de pie el señor feudal continua yendo tras el muy pendiente de los alrededores y de cualquier cosa que le pudiera pasar o que pudiera atentar contra su vida. No paso nada, nada interesante, inclusive la tarde se paso lenta al no tener nada que hacer salvo seguir a aquel hombre gordo por toda su casa. La noche llego, y con ella la fiesta en el palacio del señor feudal al que asistieron mas o menos, por lo que pude notar, unas doscientas treinta y cuatro personas, todas muy influyentes. La fiesta duro al rededor de seis horas pues para cuando se llegaron las dos de la madrugada ya todo mundo se habia ido, no habia podido comer gran cosa durante ella pero no me alegro mas que ver como la hora de marcharme a casa llego. El señor feudal solo me despidió con un. Gracias niña.
Decidí aprovechar y dormir unos minutos mientras el Señor feudal se bañaba y preparaba para la fiesta. Eran al rededor de las diez de la mañana, y debido tal vez porque no había podido dormir en toda la noche, y ni aunque hubiera podido pues debía estar pendiente de lo que pudiera suceder. Al rededor de 15 minutos fue el único tiempo que pude descansar. Después de eso el señor feudal salio del baño y con una toalla atada a su cintura entro de nuevo a la habitación. Me esperaba un largo día así que aproveche el momento para ir al baño del que el había salido y mojar un poco mi cabello y arreglarme un poco, no solo la ropa sino también los lentes y demás. Si debería recorrer la gran casa del Señor feudal en su compañía no podía hacerlo estando mal arreglada ni mucho menos. Intente hacerlo lo mas rápido que pude, afortunadamente había traído con migo, en mi pequeña mochila que siempre me acompañaba, algo de maquillaje que me ayudo a estar mejor presentable. Una vez salí de allí, me senté de nuevo en la silla y espere a que el señor feudal del país del viento saliera de ali para acompañarlo en todo momento hasta el anochecer, hora en la que seria la fiesta que hoy se iba a realizar. A los pocos minutos de sentarme y observar a los meseros y camareras pasar y preparar todo lo necesario, el señor feudal salio de allí, ya vestido adecuadamente, así que me pidió que lo siguiera. Es un hombre de grandes proporciones con un cuerpo robusto y prominentes mejillas, tiene ojos orientales, unos bigotes finos que van para arriba y una pequeña y fina barba.
De un lado para el otro, así estuve todo este día pues de una reunión a otra estuve siguiendo al señor feudal por un largo tiempo. Era un hombre muy ocupado y por lo que pude ver era demasiado influyente pues no había persona que no había visto que no lo llamara con respeto e incluso sus amigos, o los que parecían serlo por la forma en que le hablaban parecían tenerle miedo, o no a su persona sino a su influencia. Después de todo, era el dueño de todo el país del fuego. Una vez dieron las doce del medio día, llego al comedor de su casa en el que únicamente estaban sentadas dos personas mas. Su esposa, una mujer robusta y de cabello rojizo y un niño, también algo subido de peso de cabello negro, igual a su padre pero con muchos rasgos físicos de su madre. La mesa sobre la que estaban tenia espacio par mas de dieciocho personas y la forma en la que estaban sentados les daba insulso poco espacio para hablar entre ellos. Me dieron tiempo a mi para almorzar también, pero atrás, en la cocina lugar en donde también almorzaban todos los empleados de la gigantesca casa. Este lugar era todo lo contrario, había una mesa tal vez a la mitad del tamaño en la que había en el comedor principal y habían alrededor de unas cuarenta y cinco personas ubicadas allí, no solo acomodadas con cómodas sillas sino con algunos canastos que habían en el lugar. La cocinera, muy amablemente me sirvió un plato grande de comida y me ubico en uno de los lugares. Las personas riendo y disfrutando de la comida en un pequeño descanso después de un dia cansado me alegro un poco el animo. Después de terminar, pues debía hacerlo antes de que lo hiciera el Señor feudal y su familia, me dirigí de nuevo al comedor principal de la casa y me quede allí de pie, esperando a que el señor feudal terminara para continuar con mi misión. Tuve que esperar un largo tiempo, pues pasaran alrededor de treinta minutos. Me asombro la cantidad de comida que sirvieron solo para tres personas pero no mas de el echo de que toda esta fue devorada por completo. Una vez se puso de pie el señor feudal continua yendo tras el muy pendiente de los alrededores y de cualquier cosa que le pudiera pasar o que pudiera atentar contra su vida. No paso nada, nada interesante, inclusive la tarde se paso lenta al no tener nada que hacer salvo seguir a aquel hombre gordo por toda su casa. La noche llego, y con ella la fiesta en el palacio del señor feudal al que asistieron mas o menos, por lo que pude notar, unas doscientas treinta y cuatro personas, todas muy influyentes. La fiesta duro al rededor de seis horas pues para cuando se llegaron las dos de la madrugada ya todo mundo se habia ido, no habia podido comer gran cosa durante ella pero no me alegro mas que ver como la hora de marcharme a casa llego. El señor feudal solo me despidió con un. Gracias niña.