El edificio más próximo al monte con los rostros de los kage, aunque entre medias hay un bosque de cerca 50 metros de ancho y que rodea prácticamente toda la montaña. El edificio es el más grande de la aldea y consta de tres secciones, dos laterales y más al fondo y la central y más importante a la que las dos primeras están unidas. El edificio es de color rojo y se notan dos intervalos de tejados. La parte más alta tiene unos árboles en las secciones laterales y en la principal seis estructuras de piedra. El principal posee el símbolo del fuego que representa al País del Fuego. El edificio es rodeado por una muralla alta, dejando un patio amplio dentro de ella.

Como defensa, en la entrada y vigilante de todo el que entra en el edificio, se encuentra Alleyne, a la que todo aquel que no sea de Konoha tendrá que pedirle permiso para entrar o será tratado como un intruso y atacado.

Alleyne:

Por dentro, para llegar al despacho, hay que atravesar la recepción donde se encuentra la secretaria del Kage y avisa de quien sube para que el kage esté atento. Subir hasta el segundo piso y recorrer uno de los pasillos alterales que rodean por fuera el despacho para llegar a la puerta del despacho.

Momo:

El despacho consiste nn dos habitaciones, la principal y la de descanso solo para el Kage. La habitación principal consta de un escritorio que usualmente está lleno de libros y papeles, con su respectiva silla. Frente a la puerta está el susodicho escritorio y detrás de él un gran ventanal que da a la aldea. En la parte izquierda se encuentra una gran estantería con libros de la historia de hace más de 100 años. En la derecha hay dos cuadros, uno del anterior Hokage y otro con una extraña flor carmesí. Entre esos dos cuadros no parece haber nada, solo una pared, pero en realidad hay una habitación a la que se accede dando dos veces con los nudillos y un puntapié. Esa habitación es la habitación secreta del Kage que se compone simplemente de una cama muy cómoda a la derecha según entras y a la izquierda una mini cocina con ramen instantáneo y mucho ramen del Ichiraku para comerlo caundo se tenga hambre. Hay un pequeño armario empotrado que guarda todos los atuendos del kage y también sus armas. Normalmente el kage está ahí. Debido a la habilidad principal del kage, el despacho permanece siempre 12ºC menor a la temperatura ambiente, tanto que en invierno el borde de la ventana está congelado, como la misma también y también se forma cierta neblina por el suelo. En primavera cambia un poco, derritiendose el hielo, pero estando el habitáculo frío al igual que en otoño. El verano es insoportable.

*Sólo al empezar el tema*
Actualmente el Kage está mirando al exterior mientras está sentado y Chibiteratsu está en sus piernas durmiendo. Al lado, en un sillón algo distinto al del Kage, esta Bishama, mi fiel compañero desde que soy Kage. Es otoño y pronto llegará el invierno por lo que la neblina empieza a aparecer y se nota un poco de escarcha en las ventanas.

Llegado a la aldea en cuestión, se dirigió a la habitación del Hokage. Había pasado entre la gente que le observaba como un extranjero estrabiado, desde luego que poca clase. Usando su habilidad de sintetizarse con las plantas, pasó por delante de una guardia, podría hacerle perder tiempo entre preguntas sin sentido, así que solo buscó un árbol cercano, se escondió detrás y entonces apareció en la azotea, moviéndose entre las raíces que se tocaban unas con otras, era muy útil aquel jutsu, llegando a la azotea. Luego vio con su habilidad snsorial varios chackras, el del la puerta, uno de menor rango en un sitio cercano a la puerta del hokgae, distinguido con un chackra bastante más... poco usual, más potente. Se dirigió viendo que era una secretaria, siendo así que pasó como si saliera del despacho del Hokage y habló con toda sincerdiad.-Señorita, he entrado por la azotea, las prisas, dígale al Hokage que deje lo que esté haciendo, debo reunirme con él rápidamente.- Claro y conciso, se dirigió nuevamente hacia arriba en busca de su despacho. Una vez allí llamó educadamente a la puerta y entró triunfante, a su manera.-Annyonghasaeyo, Hokage-Nim-Sus sufijos y palabras eran difrentes a los normales de la lengua del mundo, costumbres en el laboratorio.-Espero que no esté muy ocupado ahora mismo, venía a tratar un tema que quizás le interese.-Se sentó con toda la confianza del mundo en la mesa, venía a negociar alianzas ¿Por qué no aliarse?...-Me llamo Ahn, perteneciente a la unidad ZE:A, y ZE:A forma a lo que podría conocerse como Otokage, simplemente tráteme como tal. Vine interesado porque una alianza Sonido-Hoja podría ser beneficiosa para ambas Aldeas. Empezando por ganancias propias, Otogakure sería brindada con algo de apoyo militar, cosa que escasea últimamente, por otro lado, hacer frente a cualquier crisis, viniendo de un país grande como el País del Fuego, cosa que haría grandes ayudas. Ahora, las ganancias de Konohagakure serían de equivalencia, a parte, tendrían dos frentes cubiertos, pues Otogakure se encuentra entre la Roca y el Rayo, en cualquiera de los casos, ganaría dos frentes de batalla. Además de expandirse junto a Konohagakure, la Cascada es un país vulnerable al fronterizar con ambos, y crear una nueva potencia ninja gorbenada por ambos. Para acabar, debe saber que también se harían planes de alianza con Amegakure, la Lluvia está cerca de muchos sitios, entre los tres se haría una gran potencia central, solo espero su respuesta, he dejado la aldea a cargo de un Jounnin cualificado, pero no quisiera dejar solo al Sonido por mucho tiempo...- Su discurso terminó esperando la prominente respuesta. Sin embargo, Ahn no era tan confiado, había expandido poco su chackra y miraba al propio del Hokage, la mínima fluctuación sería señal suficiente para desconfiar de él, ahora, solo dependía del propio líder de Konohagakure.

Que personaje más entretenido, Hokage-Nim al parecer no era gustoso de la presencia de Ahn o quizás era de ZE:A en general, su modo de entrada, por favor, Est hubiera entrado a base de explotar y explotar paredes, y ni siquiera hubiera sauludado a la pobre secretaria que, al parecer, quedó algo atacada, no importaba, la consolaría luego. Su intervención, no obstante, parecía provechosa, cierto era que Konoha otorgaba defensas sobre algunas aldeas, pero al igual que Kirigakure, Otogakure era costera y a penas podía defenderse si le atacaba por mar, pues Otogakure era una aldea lejana a la costa, aunque su país fuera costero. Eso no venía al caso, el Hokage rubio enumeraba las ventajas que ZE:A ya sabía de antemano, era como repetir un plato de comida, mientras el joven hablaba, el Otokage se había puesto cruzado de piernas, mirándole con su típica sonrisa tranquila pero.... Sin emoción, sin ningún tipo de espíritu, mientras aquel simpático joven iba relatando sus razones, pero finalmente habría alianza, bajo condiciones algo duras por su parte, Ahn le miraba igualmente, no mentía según el detector de mentiras, mientras que seguía con sus obsrevaciones en el Hokage, un nuevo chackra entraba en la villa, parecía como... no sabía bien explicarlo, también de rango alto. De todos modos aplicó su color al Hokage, un color verdoso que lo distinguiría. Mientras tanto del estudio, se levantó y le dio la mano, sonriente como nadie, mientras que el otro le había invitado a hacerlo.-Aliados pues, sobre el pergamino de Otogakure, entiendo parte de la exigencia, pero me siento en derecho de reclamar otro equivalente en valor, en cuento a la comunicación, no hace falta que se preocupe, guarde sus aves para otros trabajos que le hagan más necesidad, tengo una mejor fuente de comunicación, tome, escríbame cuando necesite alguna cosa, y el pergamino, solo dígame cuando puede tener el suyo preparado.-Le dio un papel con algo de su chackra, este conocía el rumbo a Otogakure e iría más veloz que un ave, en forma de paloma hecha de papiroflexia, era más efectiva al ser más ligera. Se despidió pues con la mano, yéndose por la puerta tranquilamente, pero se detuvo al ver que el chackra de antes se aproximaba, quizás mensajeros, quien sabe, solo por curiosear...

Finalmente sería un provechoso viaje, el Hokage se convenció, no tenía nada en contra de este, mucho menos, iban a ser aliados, y al menos era mono y no un viejo sabio, como lo que entró después. Una misión al parecer era lo que guiaba al otro... ¿Bi?¿Volví? Muy pocas formas para ser Hokage y subordinado, ni un Sama, ni nada de eso, solo apelativos y omisión... Sería mejor tener localizados a ambos, quizás fuera cercano al Kage, con el uso del Iroo no Chackra distinguió al sirivente de Naru, como quería ser llamado, con un tono igual, verdoso, solo que más claro, como símbolo de distinción. Luego de aquello se despidió con la mano abriendo la puerta.-Ha sido un placer, Hokage-Nim, nos veremos pronto.- Con su sonrisa y una pequeña inclinación al recién llegado salió por la puerta, dejando su pape allá con la orden de volar de regreso a su amo una vez tuviera información encima. Hizo también una reverencia ante la señorita de recepción y se disculpó por el susto de antes, se sentía algo apenado por ello. Luego salió por la puerta poniéndose de nuevo su gorro de Otokage, que mostró a la guardiana.-Estaba en una reunión con Hokage-Nim, no le de importancia que no haya entrado por aquí, por favor.- Así luego se fue suficientemente contento con los resultados, ahora no podía detenerse simplemente allí, Amegakure debía ser la próxima, esperaba que Juugo siguiera con su función de Otokage suplente. Salió por la puerta, viendo que su flor-transporte era una perfecta vía y que seguía oculta, una flor marrón que se confundía con la pared de la puerta,hermoso ser...