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Los gemelos peleadores [Mision B] 1ra Parte User14copia

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Elegy Shizuma

Elegy Shizuma
Jounin
Jounin
Nombre: Los gemelos peleadores
Rango de la misión: B
Paga de la misión: 1200 Ryous Para cada uno.
Paga para la aldea: 1500 Ryus
Número de post: 11 post, 8 lineas minimo cada uno. (Un pot mas por cada ninja participante)
Descripción: El señor feudal del pais del fuego tiene dos hijos gemelos y estos desean ir a Otogakure en busca de unas masas especiales para sus juegos, tal vez sea un motivo tonto pero ya conocen a los ricachones. Los chicos tienen 7 años y ambos son bastantes regordetes , su piel es blanca y miden no mas de 1,10. Estos chicos tienen un gran completo, odian a su hermano gemelo y se pelean todo el dia, ademas el hecho de llamarlos con el nombre de su hermano hacen que se enojen demasiado, por eso siempre deberan llamarlo por su nombre correcto, uno se llamara Kyo y otro Geo.

Los ladrones quieren sus cuerpos para venderlos al señor feudal y contratan ninjas, en especial tres ninjas.

-Akimichi chunnin Taijutsu
-Uchiha gennin Katon
-Aburame gennin ninjutsu

Debes cuidar a los gemelos, cumplir con todo lo ordenado y defenderse de los atacantes.

Al fin... una misión de un Rango aceptable. Días atrás había estado realizando una serie de misiones de rango inferior, tipo D y algunas C; y claro... había pedido la solicitud hace ya varios días de una misión un poco mas alta o simplemente "peligrosa". Con lo que no contaba es que en ocasiones, las misiones de alto rango no necesariamente son peligrosas u emocionantes, en ocasiones, se trataba solo de personas con poder o dinero. Y todos los ninjas sabemos que, las misiones que se hacen con el propósito de protección a dinero o personas importantes... son aburridas. Rara vez, se trataban de misiones interesantes. Ayer en la tarde, recibí una carta en donde estaba la información para una nueva misión, esta ves de Rango B.... tal y como había pedido. Sin embargo, hubieron dos cosas que no me agradaron. Una, se trataba de una de aquellas misiones de transporte y custodia de personas importantes y adineradas; y lo que es peor... de niños. La segunda, es que era en compañía. No sabia en verdad si era un punto positivo o negativo, pues no quería en principio hacer la misión en compañía, pero por otro lado me alegraba de no estar sola haciendo de niñera de dos niños malcriados.

No había nada que hacer, sino simplemente seguir aquel viejo dicho shinobi: "Misión es misión" y si quisiera o no, debería realizarlo. Así las cosas me prepare entonces lo suficiente para el viaje del día de hoy, alistando mi armamento, ropa y provisiones. Aliste un poco mas de estas ultimas por si quien fuese mi compañero no llevaba las necesarias. Mientras el reloj marcaba las 8:00 am, salí de mi apartamento en dirección al templo del país del fuego; a pocos kilómetros de la entrada/salida de la aldea de la Hoja. Allí, habría de encontrarme con los dos hermanos a custodiar y con mi compañero de equipo en esta misión. Faltando cinco minutos para que la hora acordada se cumpliera (las 9:00 am), estuve en el lugar acordado. Antes de llegar pude notar a un hombre, por su atuendo supe que era mayordomo, en compañía de dos niños... ambos de cabello rojo. Al acercarme lo suficiente supe que eran gemelos, ambos obesos y se notaba nada amigables. Las mentiras de la aristocracia, pensé al verlos. Antes de llegar podía notar sus espantosos gritos, pues al parecer se disputaban una pelota de goma. Lo supe de inmediato.... este va a ser un viaje largo.

Buen dia, soy Elegy Shizuma.... Chunin de la aldea de la hoja. Dije para el mayordomo y encargado de los niños hasta ahora, presentandome ante el.
Buen dia señorita, aqui los tiene... el señor feudal los necesita en casa antes de las 6:00 pm, asi que no tarde. Hablo aquel, con la elegancia que caracterizaba a un hombre de su profesion.
Esta bien, no hay problema.
¿No serian dos las kunoichis en escoltar a los jovenes Kyo y Geo?.
Si, asi es... mi compañera no debe tardar. Ni siquiera sabia si era compañero o compañera; mas aun asi estaba segura que no tardaría, la hora de llagada ya se había cumplido. ¿Acaso llegaría tarde?.

Eiko Hyuga

Eiko Hyuga
Jounin
Jounin
No podía creérmelo, me habían dado una misión de rango B. Bien era cierto que tampoco era tan raro…es decir, ahora soy Chunin. Si cierto sigue sonandome extraño el hecho de haber conseguido pasar el examen. Pero así era. Ahora era una chunin de la aldea de la hoja. Algo que no se consigue todos los días. Había sido un examen complicado, con contrarios complicados. Pero creo que al final no lo hice tan mal. Como iba diciendo, habían pasado algunos días desde que me nombraron chunin y había usado este tiempo para entrenar, y también recuperarme de los daños del examen. Y el otro día me pasé para ver si tendrían alguna misión que no fuese de suma complicación para volver a ello. Sin embargo, nada más llegar, decir rango y nombre. Me entregaron una misión de nada más y nada menos rango B. Miré el royo que había delante de mi en la cama mientras recapacitaba. Debía cuidar y proteger a dos críos malcriados junto a otra ninja. Prefería trabajar sola. Pero eso de tener que hacer de niñera de dos niños que seguro solo sabían llorar para conseguir lo que querían, comer y dormir,…pues va a ser que no me hace demasiada ilusión. Además no se me daba bien conocer gente. Bueno al menos…así practico el trabajo en equipo que no viene mal. Así que no perdamos más tiempo.

Sonreí y me puse en pie guardando el royo en mi bolsa. Luego me acerqué al espejo y me puse la banda en la cabeza. Ahora estaba aún más orgullosa de llevarla. Miré mi brazo derecho. Aún lo tenía vendado. Aunque ya las heridas habían desaparecido. Pero pensé que me vendría bien, por si volvía a toparme con una ocasión así. Abrí la mochila y miré que tuviese las cosas necesarias que pudiese necesitar en una misión así. Además de claro comida y algo de dinero. Y miré que tuviese todas las armas y objetos necesarios. Cerré la mochila y me la colgué a la espalda. También había preparado un pequeño botiquín por si fuese necesario. Primero me pedían rescatar vacas y ahora niños…pensaba cual sería la diferencia. Por fin teniéndolo todo preparado salí de casa y me dispuse a ir hacia el punto de encuentro. Si no me retrasaba en nada llegaría a tiempo andando. Pero las cosas no son a gusto de cada uno y cuando llevaba medio camino, tuve que detenerme unos minutos a bajar al gato de un chico de un árbol. No fue difícil y se me daban bien los animales. Pero había perdido el tiempo que me permitía llegar a tiempo. Es decir llegaría unos…minutos tardes esperemos que no muchos. Pasé a andar algo más deprisa y poco a poco fui divisando a lo lejos cuatro figuras. Dos pequeñas y regordetas. Supongo que los críos. Uno más alto pero igual algo rellenito y una figura estilizada y que me era demasiado familiar. Era chica mi compañera…Me preguntaba quien sería.

Cuando llegué al lado de ambos abrí mis ojos de sorpresa. Era demasiado asombroso, curioso y gracioso a la vez. Mi compañera de misión era anda más y nada menos que Elegy Shizuma. Increible, nuestros caminos vuelven a encontrarse, esta vez como compañeras de misiónLe dirijí una mirada suave y luego miré a los críos.vaya.. creo que encontré la respuesta a mi pregunta. No había diferencia alguna entre los ganados que rescaté y estos críos Sacudí ligeramente la cabeza y miré al hombre, al mayordomo que miraba curioso mis ojos. Si era una hyuga, no era difícil de ver. Levanté una ceja algo molesta hasta que dejó esa mirada y entonces me presenté.

-Soy Eiko Hyuga, chunin de la hoja y la otra responsable de cuidar de los pequeños señores en su viaje. –Intenté sonar tranquila y agradable. Pero mi voz seguía siendo queda y suave. No solia hablar mucho la verdad. El hombre me volvió a mirar una última vez, luego a Elegy y asintió.
-Bien. Pues no pierdan tiempo. Recuerden cuiden a los señores Kyo y Geo su vida es más valiosa que las de ustedes. Y no se retrasen.

Sus palabras a parte de con el tono noble, despechaban ignorancia y arrogancia. Odiaba a ese tipo de personas pero asentí, mientras veía como él se alejaba. Miré a los dos niños pensando. Parecía que habían dejado de pelear pero no se por cuanto tiempo. Reuniendo valor y olvidando la timidez miré a Elegy y sonreí ligeramente.

-Volvemos a encontrarnos...-miré a los crios.-¿vamos?

Elegy Shizuma

Elegy Shizuma
Jounin
Jounin
5 minutos antes de lo estipulado. Mas aun así aquel mayordomo no parecía feliz y conservaba un tono arrogante. Aquellos gemelos se continuaban peleando por aquella pelota, mientras corrían y gritaban de lado a lado, solo esperaba que el viaje no fuera así. Aquel hombre, encargado aun de los niños pregunto sobre mi compañero de equipo y respondí con claridad que no debía tardar, pues esperaba fuese así, la hora de llagada ya se había cumplido. Mientras esperaba tome asiento en una roca de gran tamaño, teniendo cuidado de no ensuciar mi ropa mientras a la ves continuaba observando a los mocosos; discutían aun, pero su disputa ya no era aquella bola sino una mochila y la decisión de quien era el que debía llevarla. ¿y si los llevamos inconscientes hasta Otogakure?, divague un poco mientras observa su absurda pelea. Tenían aproximadamente 7 u 8 años... tener un viaje con niños así había de ser horrible. Cada ves que sus gritos se hacían mas altos, aquella vaga idea de transportarlos inconscientes no empezó a parecer tan descabellada, pero claro... eran los hijos del señor feudal, podria encarcelarnos por ello si quisiere. Sin retraso mayor se vio una figura a la lejanía acercándose, por lo que pensé debía ser aquel. Impaciente entonces espere su llegada. Cruzada de piernas, con mi brazo derecho descansando sobre mi rodilla y a su ves, mi barbilla sobre mi mano -aburrida totalmente- me fije que en efecto, mi compañero era mujer, y no solo eso... la conocía, pude saberlo cuando estuvo lo suficientemente cerca para verla bien. Ah, la chica Hyuga.... me había topado con ella en el examen. Desafortunadamente no sabia su nombre, ella no me lo dijo aquella ves.

Me mantuve sentada, aunque a su llegada con una posición un poco mas seria, hasta que el mayordomo le respondió. Supe por su presentación para con el hombre que su nombre era Eiko. Aquella mirada que me lanzo fue respondida con una sonrisa. En principio no habia querido hacer esta mision en compañia, luego de saber que se trataba, me alegre de saber que no seria yo sola la que tenia que lidiar con aquellos molestos niños, y ahora estaba tranquila y contenta de que mi compañera fuese una vieja conocida. O bueno... no tan vieja, supe que el examen chunin había acabado hace poco y de hecho, al realizarse en la aldea de la Hoja tuve oportunidad de ver uno de los combates, desafortunadamente no el de ella. Respondida su intervención y preparados los niños, llego el tiempo de marcharnos, no sin antes dirigirnos la palabra una a la otra. Primero ella, y por sus palabras me reconocía bien. Veo que si.... respondí para ella, antes de hacerles una pequeña seña a los niños para que nos siguieran. Lo hicieron, continuando con sus discusiones.... ni siquiera se despidieron del mayordomo que simplemente nos vio partir.

Felicidades por aprobar, supe que te convertiste en Chunin en el examen, comente primero, pues sabia ya que el viaje custodiando a las dos infantes iba a ser aburrida, quería animarla al menos con una pequeña conversación; tardaríamos varias horas para llegar al país de los campos de arroz. Luego de su respuesta hable de nuevo para ella, viendo los niños correr de lado a lado frente a nosotras. Es una misión de transporte, son hijos del señor feudal... cualquiera que pudiera capturarlos tendría una oportunidad muy grande para hacerse rico, hay que estar atentos. ¿te molestaría activar tu Byakugan y vigilar el perímetro?, seria de gran ayuda pues no necesitaríamos estar pendientes siempre de una posible amenaza. Ademas, solo tendríamos que vigilar a los niños. Termine de decirle, pues si íbamos a estar juntas en la misión, mas valía hacerla bien y empezar a trabajar como equipo. Mientras tanto, uno de aquellos niños quienes no nos habían dirigido la palabra hasta ahora, se dirigió a nosotras.... llorando.

- Kyo no quiere darme la pelota, ¡kyo no quiere darme la pelota!

Eiko Hyuga

Eiko Hyuga
Jounin
Jounin
Sonreí ligeramente ante la respuesta ella. Luego volví a mi expresión algo más seria y tranquila. La que solía llevar normalmente. Por que no debíamos olvidar que estabamos en medio de una misión. Y por mucho que fuesen dos niños chicos aquellos que nos atacasen para llevarselo seguramente tendrían algún nivel en batalla. No creo que fuesen a enfrentarse a dos kunoichis, dos novatos sin dos dedos de frente. cogí aire antes de mirar a Elegy y seguirla mientras escuchaba las riñas de los dos niños. Esta misión iba a ser muy dura. Casi prefería que nos atacasen ya antes de que los niños acabasen por levantarme dolor de cabeza o matarse uno a otro.

Yo la verdad no me veía con fuerza de empezar a hablar. No por nada, simplemente me costaba entablar conversación y sociabilizar. Ese era uno de los motivos por el que no me gustaba hacer misiones tan pausadas en equipo. PEro por otro lado. Bueno, supongo que es bueno conocer gente. De todas formas me alegré de que fuera ella quien rompiese el hielo.

Sonreí ante su felicitación. Aún recordaba que ella había aprobado sin tener que hacer la tercera prueba. Yo por otro lugar tuve que enfrentarme a la de Ame en una batalla. Sin embargo esta había sido detenída al poco. Una mala suerte. Aunque me alegraba de que hubiesemos aprobado ambas. Me preguntaba si mi jutsu de fuego hubiese surtido efecto sobre la de Ame o no. ERa una duda que me quedaría para siempre.

-Gracias, supongo que me esforcé por lograrlo.

Mientras hablaba mis ojos habiles a pesar de no estar activado el byakugan miraban a los niños sin perder ni un solo segundo cualquiera de sus movimientos a la vez que cualquier movimiento en lso arboles cercanos. Podríamos ir hablando, era mucho camino pero no debíamos distraernos, al menos por mi parte. Podría hacer las dos cosas y Elegy tambien podría.

Centré mi oido de neuvo en Elegy cuando volví a escuchar su voz atenta a lo que me dijese. Asentí a sus palabras. Ya había llegado yo a esa conclusión. Los chicos era la clave. Lo malo es que noe staban quietos.

Habría querido guardar el Byakugan para cuando estuviesemos algo más lejos. Pero por otro lado. Era una tontería. Podrían atacarnos perfectamente aquí que más lejos. Que más daba. No veía diferencia. Lo mejor sería activarlo. Asentí mientras ella acababa de hablar. Aunque ahora todo el trabajo de descubrir amenazas recaería sobre mi. Vi como Un niño se acercaba a nosotras. Pero dejé que Elegy se encargase de ello mientras yo cerraba los ojos y me concentraba. Al volverlos a abrir el Byakugan estaba explendoroso en ellos.

Pestañee varias veces y vi como Elegy se encargaba del problema de la pelota. Mientras yo me detuve un segundo y suspiré antes de concentrarme en observar todo a mi alrededor en un perimetro de 500 metros. Sin embargo no tuve que inspecionar demasiado terreno. Pues cuando llevaba apenas cuarenta metros, me tope con compañia. Demasiada compañia para mi gusto. Chasquee la lengua y conté mentalmente los metros aproximados que nos separaban. Avancé unos pasos hacía Elegy que seguía enfrascada en la riña de los niños y susurre a un volumen quedo que solo ella escuchase. No quería arriesgarme.

-Tenemos compañía. Dos están cuarenta metros al norte, cada uno a un lado del camino. Y otro al sur. Cuarenta y cuatro metros, apenas grado de digonal. Supongo que los dos de delante nos atacaran como señuelo y el tercero aparecerá para llevarse a los niños aprobechando que estamos ocupadas. POr eso está algunos metros más retrasado.- Cogí aire, ni yo misma me esperaba todo lo que dije. - Al menos esa es mi opinión.

Miré a los dos niños, que seguían peleando. Es que no paran ni aunque esten en peligro? Increible.
Miré luego a Elegy, esperando su respuesta. Debíamos pensar ya como reaccionar, y no dar señales a los contrarios de saber que su ataque nos ería tan sorpresa como pensaban.


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