De nuevo el joven uchiha sentía la necesidad de seguir entrenando y practicando las técnicas qeu con el paso de los años había pensado y comenzado a practicar, esta vez se dirigió hacia las playas de la aldea, aquel lugar que siempre estaba bañado por la niebla y que fácilmente podía ocultar a una persona evitando que los demás puedan espiarle. No tardó mucho en llegar a aquel lugar en las afueras de la aldea, el sitio era perfecto, era una zona de las playas rodeada completamente de niebla por ambos lados y en uno de ellos se encontraba el mar que bañaba las costas de la aldea, además allí había varias rocas gigantes perfectas para practicar las técnicas y probar su poder destructivo.

"Bien... es hora de empezar con esto...primero usaré eso en lo que trabajé los últimos días..."

Pensaba el joven uchiha mientras comenzaba a concentrar su chakra de elemento katon en la palma de su mano derecha y en cuestión de décimas de segundo una espada de unos dos metros de largo de puro fuego apareció en sus manos, entonces el joven uchiha para comprobar si este arma estaba preparada para la batalla rápidamente corrió hacia una de las gigantescas rocas y con la espada la atravesó provocando que la roca debido a las altas temperaturas comenzara a fundirse y en cuestión de unos segundos un agujero perfecto apareció en el lugar donde la espada fue clavada.

"Con que esto es lo que soy capaz de hacer con esta espada de fuego... no está mal por ahora pero quiero mucho más por lo que no pararé hasta ser alguien temido y respetado por todos...

Pensaba el joven pelinegro mientras sacaba la espada de la roca y seguía mirando como su poder destructivo y su temperatura no bajaban en absoluto, era algo que lo tenía realmente fascinado...

técnica entrenada:

Después de haber practicado su técnica con la espada de llamas el joven pelinegro se tomó un descanso en aquella playa que lo llevó a estar parado por un par de horas para así estar con su chakra al completo para poder realizar la siguiente técnica que tenía pensada realizar, esta era una técnica de las más complejas que había pensado hasta ese momento el joven uchiha, esta técnica era algo diferente a lo mostrado hasta ahora, ahora necesitaba de verdad tener los cinco sentidos en la realización de esta técnica.

Cuan el uchiha creyó oportuno se levantó de su lugar de descanso y de nuevo se colocó delante de aquellas rocas, pero esta vez su postura era diferente a la anterior, ahora de nuevo volvía a concentrar su chakra de elemento katon en sus manos pero esta vez no lo hacía en la palma de las manos sino más bien en la yema de los dedos, entonces cuando se creyó preparado estiró su mano con su dedo índice sobresaliendo sobre los demás como si fuera una pistola y de la yema de su dedo una especie de bala de fuego se dirigió a gran velocidad hacia la roca impactando en ella y creando un perfecto orificio del tamaño de aquella bala en la roca que había sido atravesada por aquel pequeño y silencioso proyectil.

"Creo que todavía debo de dar más chakra a mis dedos, así los proyectiles serán más poderosos y su poder de perforación aumentará..." Pensaba el joven pelinegro mientras volvía a tomar la misma posición qeu la vez anterior pero esta vez puso mucha más atención en concentrar su chakra en sus dedos para así poder aumentar el poder de la técnica que todavía veía incompleta. Pasaron varios minutos en los que el uchiha con sus ojos cerrados concentraba su chakra en sus dedos hasta que al final abrió los ojos y esta vez no fue un disparo ni dos sino que lanzó 5 disparos seguidos como si fuera un arma repetidora contra la roca, esta vez los efectos de estos disparos fueron visiblemente más destructivos, esta vez la zona afectada por esos proyectiles parecía haber sido carbonizada por el fuego y la roca presentaba varios agujeros nuevos y que antes no se encontraban allí.

El joven uchiha estaba satisfecho pero parecía querer comprobar su límite con esa técnica y decidió lanzar todos los proyectiles de fuego que pudiera con sus manos, y su límite pronto fue descubierto.

"¿Con que 10 disparos? uno por cada dedo de mis manos... no está mal...

Pensaba el uchiha al observar el estado de las rocas que se encontraban frente a él, ya no eran rocas de varios metros de alto, ahora medía apenas unos centímetros debido a que los proyectiles las habían carbonizado.

técnica entrenada: